Hace varios años subí este disco gratuito, que descargué de la página oficial de Cementerio Club. "Canciones desnudas para iluminar los cuerpos" título de este aCLUBstico ahora casi desconocido, que no figura en su discografía en Spotify.
Lo subo aquí porque no quisiera que se pierda este registro, así como perdí las portadas en alta calidad que venían también con la descarga de este acústico (si alguien las tiene, agradecido estaré que me las envíen).
Difundan, compartan y no olviden que lo encontraron aquí.
Una de estas noches frías del invierno limeño que recién se hace presente me dio por recordar a Vanessa Paradis, cantante francesa que tiene muchos temas interesantes, inocentes, refrescantes, típicos de una era que ya se ve distante, lejana, casi en blanco y negro, en una época donde las cantantes femeninas mostraban poses rebeldes más sinceras, sin edulcorantes ni ataviadas en moda.
Y recordé muy bien el tema Be my baby, aquel éxito de 1992 de su álbum homónimo, que escuchándolo detenidamente y a la distancia del tiempo, puedo caer en cuenta que suena bastante contemporáneo, nada añejo, más bien vivo y mimetizado ahora, si se quiere, con otros sonidos de músicos que van por una senda similar. En ese aspecto puedo emparentar aquel sonido al de muchas otras artistas de la misma década como una no tan conocida Maarja, y más contemporáneas reconocidas como Leona Lewis, Alicia Keys, Pixie Lott, Adele, pero sobre todo al Only love can hurt like this, de Paloma Faith (y por el lado peruano, para dejar alguna referencia, al All I Know, genial y único disco de Cristina Valentina).