jueves, 15 de agosto de 2013

Mar de Copas - Seis (2013, Perú)


Hace unos meses pudimos escuchar un adelanto de Seis, nueva producción de una de las mejores bandas del rock peruano. Dos caras, sencillo promocional, fue sin lugar a dudas, toda una novedad y el rompimiento del silencio que mantuvo a Mar de Copas alejados por nueve años de los estudios de grabación. Pero este sencillo llevaba consigo algunas dudas, el tema en cuestión sonaba bien comercialmente hablando, es más, causaba entusiasmo el escuchar algo nuevo de la banda, era bastante pegajoso, pero no terminaba de convencer, parecía un single hecho especialmente para la radio, algo complaciente, efectivo, de calidad sin duda alguna, pero complaciente al final de cuentas; a pesar de todo, el sonido "marcopero" seguía presente, se notaba el estilo que hace años habían forjado Manolo Barrios en la guitarra, Toto Leverone en la batería, Phoebe Condos en el teclado, César Zamalloa en el bajo y Wicho García en la voz, que por supuesto, y con el paso de los años, aquel estilo ya es un registro con características únicas, que ninguna banda del medio local posee.

El 08 de Julio fuimos (por fin), testigos del real potencial de Mar de Copas, con un disco que reúne todos los requisitos para ser considerado como una de las mejores producciones de la banda, incluso, me atrevería decir que se encuentra al nivel de III, del año 1997, tal vez el mejor de sus trabajos en lo que va de su carrera musical.

Dos caras es la primera pista del álbum, que también cuenta con un video lanzado de manera simultanea con la canción, para asentar aún más el regreso del grupo. El siguente track es Siglo XX, donde el teclado se convierte en atracción completa, con un sonido melancólico, meditabundo, para dar paso a una letra reflexiva y muy introspectiva, que además nos deja líneas memorables, frases que pasarán al catálogo de "perlas" de la banda: Como tú me abandonas y yo te abandoné...  Cómo pedirte perdón si no se perdonar...  Simples frases que convierten a esta canción en algo tan difícil de olvidar.

Cómo pensar que no te quise continúa con aquellas líneas memorables para una banda que está plagada de versos y poemas de amor directos, sin mucha metáfora y con bastante estilo: Cómo decir que no, cómo pensar que no te quise... cómo decir adiós... Para pasar a otra igual de romántica en fondo, pero en forma algo más rockera, Atardecer, que ya se escuchaba en sus presentaciones desde hace algún tiempo; A solas mantiene la atmósfera de la banda, con aquel estilo y composición recurrente: Tu amor se fue como un rayo de luz... Edificio República rompe la quietud y arremete a golpe de batería, para entregarnos un cambio de ritmo hacia el coro, progresión que han practicado en producciones pasadas. Cada siete tardes de sol vuelve a la pausa, con una guitarra casi acústica al inicio y más frases: En la indiferencia de tus ojos claros... No es la primera vez que las letras del grupo hacen referencia hacia una persona de ojos claros, recordemos también a Blu Ice del disco Entre los árboles.

Tomar su mano es el track número 8, y es un muy buen tema, tiene bastante dinámica y se presenta algo rockera, con un intro que trae a la memoria aquel de Ni por un segundo o Vuelve conmigo, ambos del álbum  Si algo así como el amor está en el aire, y como es costumbre, la historia de la canción contrasta con el ritmo, porque es una historia bastante melancólica, lamentosa y de resignación, con una frase final que resume su contenido: "Para tan sólo mirar, de lejos mirar y nunca tomar, su mano tomar".


Desconocidos íntimos es tal vez algo "light", siendo bastante respetable, aunque bien pudo haber formado parte de cualquier producción del grupo, como el caso de Así fue que una historia murió y Nadie duerma en la ciudad, del Suna, que no aportaban mayor novedad en el producto final. Olas plateadas es un tema cuyo intro empieza con fuerza, potencia similar a Tomar su mano y por consiguiente a las ya mencionadas de su álbum anterior, aunque con mayor presencia del teclado. Pensando en ti continúa correcta en un disco que a falta de poco para llegar al final, ya cumplió con creces su objetivo, y es sin duda alguna un trabajo de mayor calidad que Si algo así... del año 2004. 

Para cerrar, no podía faltar una interpretación íntegra de Manolo Barrios titulada Visiones, tema bastante cargado, sombrío y bohemio, como su voz sabe transmitir, y como ya lo había hecho en Canción (Mar de Copas, 1993); Un nuevo intento (III, 1997) y Al final de un día (Si algo así como el amor está en el aire, 2004).

Seis es un disco equilibrado, con tantas canciones pausadas como rockeras, tal vez por eso sea que suena a disco perfecto, además, despierta un interés que nunca decae, incluyendo por primera vez innumerables arreglos de teclado, haciendo que este sea protagonista en más de un tema, situación que genera un ambiente reconfortante, dibujando atmósferas que sirven de soporte ideal para los demás instrumentos.

Y para terminar, si bien es cierto, las historias de la banda siempre menciona al sol y el mar (Aquí en el borde del mar; Sol soberano; Con el mar; El rumbo del mar) en esta producción, no se encuentran como parte del título, pero se hace bastante mención a ellas: "Sol" se repite en seis temas y para no quedarse atrás, "Mar", hace lo propio en siete de las pistas de la producción.

Esta es la vuelta soñada, la que todo grupo pretende algún día hacer realidad.


No hay comentarios: